Jorge Luis Pinto. Alianza Lima es mi vida

"La vida tiene situaciones increíbles. Aspectos tan cambiantes que suelen tener la virtud de hacernos felices. Y ahora que tengo la oportunidad de contárselo a usted, al hincha, a través de LIBERO, quiero hacerlo con la inmensa alegría que envuelve mi alma, tras haber conseguido el título de campeón con Alianza Lima.

Es que siento una satisfacción interior que nunca experimenté. Lograr un objetivo tan importante fuera de mi país ha sido grandioso. Lo siento más. Lo vivo más intensamente. Y por eso debo confesarles que, desde que llegué, me comprometí a salir campeón. Tengo una frase que es mi estandarte: “siempre adelante, ni un paso atrás”.

Y les digo que la vida tiene aspectos cambiantes, porque recuerdo mi llegada a Lima, en enero. Vine ilusionado. Pero, a los 15 días de haber llegado, me pareció que no existían las condiciones para implantar un orden. Y pensé en regresar a mi país. Lo medité mucho. Busqué que se dieran las condiciones y decidí continuar. Ser fiel a mi filosofía. Y me quedé.

Recuerdo mis primeras palabras a los jugadores. Los reuní, apenas los conocía por referencias. “No soy un ladrón, y he venido a trabajar para ser campeón”, dije. Siempre les hablé con sinceridad y creo que fue lo mejor.

Jorge Luis Pinto alzado en hombros por sus jugadores en Talara, tras obtener el título de 1997.

Ahora que tenemos este contacto, deseo confesarles algo más. Considero que Alianza está por encima de mi familia. No es verso. El amor por mi familia es inmenso. Pero el momento de Alianza era tan decisivo, con tantos años sin campeonar, que había que dedicarle todos los pensamientos. Por eso creo que Alianza debe estar por encima de todo.

Si algo me gusta es exigir al jugador al máximo en los entrenamientos. Y surgieron algunos problemas. Que la prensa también agrandó. Por ejemplo, quiero asegurarles que yo respeto y aprecio mucho a Jayo. Al igual que a los demás jugadores. Los quiero, pero no asumo posiciones a favor ni en contra de ellos. Quiero ser justo en todo momento. Soy amigo del jugador.

Si quieren que les cuente qué partido fue el más importante, les diría que fueron dos. Los cotejos que jugamos ante Cristal. El 5-4 y el 3-2. Cuando Cristal nos ganaba 4-2 en Matute, yo hablé con mis jugadores en el entretiempo. “De aquí nos sacan muertos. Cristal no nos puede ganar. Si ellos nos han hecho cuatro goles, nosotros les haremos cinco”. Y el equipo reaccionó. Aunque siempre tuve la seguridad de salir campeón, fue en ese momento que sentí la certeza de que el título sería nuestro.

La única vez que pensé que las cosas se complicarían, fue tras el empate con la "U". Pero el equipo no se cayó.

Pienso que en lo táctico he aportado. Y todo es trabajo. Una sincronización táctica se logra con trabajo. Ahora, Alianza sabe a qué juega. Trata de respetar un estilo táctico. Una identidad futbolística que nada tiene que ver con la habilidad. La picardía para jugar es una cosa y lo táctico, otra. Este Alianza lo ha entendido. Y creo que aporté eso. Pero nos falta mucho. Si uno cree que ya llegó a lo máximo, caerá inevitablemente. Al Alianza no le pasará eso.

Y no quiero ser injusto con una persona que me ayudó mucho. Mi amigo, el profesor Santiago Santos. Con él trabajé en Millonarios, fue mi compañero en la universidad. Su aporte fue esencial. Mis jugadores ganaron un físico envidiable bajo su dirección. Y aprendieron a jugar domingo y miércoles, como se estila en el fútbol internacional.

Pienso también que el título lo ganó la junta directiva. Es que recibí tanto apoyo, tanto cariño y respaldo que creo que el logro es de ellos...

¿Saben cómo considero el título?, como una primera etapa de post-guerra. Sí. Para mí la guerra fueron esos 18 años sin campeonar. Ahora se acabaron 18 años de frustraciones. Pero acá empieza otro reto más difícil. Pienso en el título del 98.

Quiero que Alianza recupere su tradición. Esto es sólo el comienzo. Así lo he tomado. Quiero que el fútbol de Alianza sea el fútbol del Perú. Hacer más grande a Alianza. Crecer y ganar más títulos. He aprendido a querer al club. Yo no me iré de Alianza hasta que el club haya recuperado esa tradición.

*Líbero, 7 de noviembre de 1997, pp. 2-3.

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