Varleiva: Soria y Rostaing. Dos ídolos de la zaga aliancista de ayer.
Para la generación de hoy los nombres de Alberto Soria y Juan Rostaing, pasaran quizás desapercibidos. Sin embargo, para quienes "peinan canas" y siguen la campaña de Alianza Lima, sus figuras están identificadas con las inolvidables proezas del club.
Ambos cracks vistieron la camiseta "albi-azul" durante muchas temporadas. El binomio amalgamó calidad y recursos; enfrentándose con gallardía a los fowards más cotizados de su época. Los hinchas de antaño recuerdan sus hazañas y el valor con que otrora defendieron el pórtico de Segalá y Valdivieso; vale decir la valla más popular de los equipos peruanos.
El "Gaucho" Rostaing destacó por su empuje y ardor para contener al adversario. No tuvo aristas de juego técnico, pero en su puesto exhibió noción de ubicuidad y despeje oportuno.
Soria fue un zaguero de clase y muchas veces lo vimos jugando con perfiles consagratorios. Se desempeñó con extricta responsabilidad y en la cancha derrocho energías y vehemencia varonil.
Jugó fuerte y sin mala intención. No obstante, algunas veces se le tildó de player brusco. Al final debió reconocérsele su apostura del crack que nunca se supo vencido.
Hemos conversado con los dos veteranos, jugadores "aliancistas". Quisimos volver al ayer emocionado de sus triunfos y proezas. Desde luego en la vida de todo deportista hay momentos agradables y otros que también se recuerdan amargamente.
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Alberto Soria y Juan Rostaing. Fuente: Arriba Alianza. |
"No tuve mucha suerte en el fútbol", nos dice Rostaing. Es verdad que en el club fuí figura destacada, pero los seleccionadores no me tomaron en cuenta para defender la casaquilla peruana.
Esa ha sido la gran amargura del famoso crack "íntimo". El no reconocimiento pleno de sus aptitudes. Empero, cuando se acuerda de esa injusticia en su rostro moreno aflora una sonrisa y nos recalca: "Pinglo antes de morir me escribió un one step; Tal vez quiso desagraviarme de las injusticias…”
Rostaing nos alcanza un viejo y amarillento cancionero que todavía se defiende de los embates del tiempo. Un cuarteto sentencia:
"No busca aplausos es el back derecho de conciencia y de verdad injusta la abstracción que de él han hecho en el seleccionado nacional".
Es la voz del recordado bardo criollo. Es la protesta hecha canción en la mano del artista, precisamente porque Juan casi nunca buscaba los aplausos. Le interesaba jugar, defender con denuedo su divisa y evitar los goles. Las palmas vendrían después.
El nombre de Rostaing sigue figurando en las crónicas deportivas. Su hijo Víctor juega en el cuadro "aliancista" y sobre el particular nos dice: "El muchacho se defiende. Es batallador, le gusta el juego impetuoso y tiene codicia de gol".
—¿Ha progresado nuestro fútbol?
—Los sistemas actuales son netamente defensivos. Creo que el balompié nacional sigue estancado. Hay nuevos patrones de juego, pero hasta hoy no surgen figuras individuales como las de ayer. Por ejemplo, en la actualidad no tenemos un delantero centro como Alejandro Villanueva; un zaguero de la talla de Alfonso Saldarriaga; o un winger derecho que al menos nos haga recordar la calidad de José María Lavalle.
Rostaing se alejó de los campos de juego en 1935. Un choque con Astengo fue el comienzo de una lesión que después lo obligaría al retiro definitivo. No vistió los colores nacionales, pero su figura se paseo en los fields de Chile, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, México, Cuba, etc. Una temporada abandonó el escuadrón "íntimo" para jugar por el Atlético Chalaco. Reconvenciones de sus viejos compañeros de equipo lo hicieron retornar al club.
—"Sucedió en 1930. Era el partido decisivo por el título. Jugabamos con Atlético Chalaco. Pese a que Alianza abrió el score perdimos finalmente el match. Manolo Puente se encargó de sellar el fracaso". Soria evoca con tristeza aquella derrota ante los porteños pero trata de justificarla diciéndonos que el cuadro "aliancista" jugó en aquella ocasión sin cuatro jugadores titulares. Como buen deportista reconoce que Chalaco tenía jugadores de fuste; como Manolo Puente, "Patuto" Arana, Mario de las Casas, Mustafich, Padrón y otros.
"El Doctor" Soria recuerda también ese encuentro dramático y donde Alianza Lima le empató a Velez Sarsfield.
—"Perdíamos 3-0 y la gente empezaba abandonar el Estadio. De pronto, se produjo la reacción y terminamos empatando el match. Montellanos estuvo soberbio y "bailó" al half centro de apellido Volante. Los espectadores regresaron a las tribunas y salimos en hombros de hinchas enfervorizados que nos llevaron hasta el local del club. En el equipo argentino vinieron Chividini, Bernabé Ferreyra, Varallo y otras estrellas del balompié argentino".
Los recuerdos siguen afluyendo en la mente de Soria. Y surge la evocación de aquella contienda de 1929, cuando los "aliancistas" batieron al renombrado Atlético Tucumán; en cuyas filas vinieron Fassora, Diaz, los hermanos Luna, etc.
—"Nuestro equipo estaba suspendido a raiz de una divergencia surgida con motivo del Campeonato Sudamericano de Buenos Aires. El club no prestó jugadores para ese certámen y la Federación optó por castigarnos. Con el fin de no perder la forma jugábamos en provincias y lugares aledaños a la capital".
—¿Cómo se originó el match con Tucumán?
—El equipo argentino había derrotado a todos los cuadros locales. Entonces la afición reclamó insistentemente un match con Alianza. Se pactó la confrontación y ganamos al invicto. Villanueva, José María Lavalle y Sarmiento estuvieron geniales; además el arquero Valdivieso cumplió una perfomance de gran mérito.
Soria dilató su trayectoria futbolística hasta 1938. De las filas del Teniente Ruiz pasó al Alianza Lima. Un año también se fué del equipo para jugar por la "U". El cariño a los colores "blanquiazules" lo hicieron volver al club de sus amores.
Internacionalmente alcanzó mayor prestigio que su compañero de zaga. Vistió la camiseta bicolor en el Campeonato Mundial de Montevideo (1930) y jugó también en el Campeonato Nocturno de Buenos Aires (1937).
Con valentía excepcional y gran pundonor, Soria jugó en México y Costa Rica; en Montevideo y Buenos Aires. Aquí lo vimos desplazarse airosamente frente a forwards como Cosso, Masantonio, Fassora, Gonzáles, Casambu, etc.
*Arriba Alianza, No. 2, Lima, 28 de diciembre de 1968, pp. 12-13.
Gran defensa fue Rostaing. La frase: "Es la protesta hecha canción en la mano". Arriba Alianza.
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