Manuel Feijoo: “Alianza Lima: 83 años con el pueblo”

Hombres del pueblo crearon el club Alianza Lima el 15 de febrero de 1901. Vareadores morenos, peones cholos y algunos obreros despercudidos del Stud Alianza del Presidente Leguía, al cabo de una entusiasta reunión en la casa de José Carreño, en la segunda cuadra de Cotabambas, aprobaron el nombre SPORT ALIANZA para la naciente institución y eligieron a Julio Chacaltana su primer Presidente.

Aquello que nació sin mayores pretensiones de posteridad llegaría a convertirse, al paso de los años, en fenómeno deportivo de profundas raíces sociales, en la expresión más representativa del modo de ser de nuestro pueblo, de sus exaltaciones y tristezas, de sus esperanzas y desengaños.

Alianza Lima, el equipo de los "negros de La Victoria", convirtió su casaquilla de gruesas rayas verticales azules y blancas, en estandarte popular cuando aparece en escena, hacia 1929, el club Universitario de Deportes, el "equipo de los blanquiñosos".

En tanto que Alianza estaba integrado por morenos y cholos albañiles y choferes y reunía a su alrededor masas de admiradores procedentes de los barrios populares del contorno metropolitano, de La Victoria y el Rímac, del Cuartel Primero Monserrate y Cinco Esquinas donde campean los reyes de la jarana Felipe Pinglo, Pedro Espinel, el cojo Ballón, el mono Arteaga, los Azcuez, Gariboto y Bancalri; Universitario por su lado prefería a los blanquiñosos y cholos despercudidos para vestir su casaquilla, en quienes se sentían representados los vecinos de Miraflores, y después los de San Isidro y Orrantia.

El cuadro de los morenos victorianos conquistó sus primeros títulos en 1912. La recién fundada Liga Peruana de Fútbol organizó los campeonatos de Competencia, Municipalidad y Fiestas Patrias y Llave de Oro. Alianza los ganó todos.

Manuel Feijoo.

Sin embargo, la primera corona "oficial" que se le reconoce fue lograda en 1918, cuando aún era Sport Alianza. De aquella formación quedarían para el recuerdo los nombres de José Montellanos y de Jorge "Kochoy" Sarmiento. Ellos protagonizarían con Alianza en los años siguientes auténticas hazañas futbolísticas. Los demás componentes de aquel primer equipo campeón quedaron en el camino: Arteaga, Coquelet, Carballo, Bello, Noé, Salazar, Rivera y Zavala, y algunos suplentones.

El segundo campeonato alcanzado el año siguiente (1919) planteó a los directivos del club la necesidad de romper el vínculo mantenido hasta entonces con el Stud Alianza, y adoptar un nombre menos comprometedor. Ya no estaba en Palacio el Presidente Leguía y se temían represalias contra todo aquello que de algún modo lo recordaba.

Sin embargo, prevaleció entre los dirigentes el sentimentalismo nacido al calor de ALIANZA y resolvieron sabiamente reemplazar la palabra SPORT por LIMA. Es así que a partir de 1923 quedará incorporado a la historia del fútbol peruano con nombre propio el club que nació sin pretensiones de posteridad y que sin embargo se ha convertido en la expresión deportiva más auténtica del pueblo peruano.

En febrero de 1930 el equipo argentino "Tucumán" se presentó en Lima con sus máximas estrellas. En el Estadio Nacional obsequiado por la Colonia Británica con motivo de la conmemoración del Primer Centenario de la Independencia del Perú (1921) los platenses "barrieron" a los mejores equipos locales. Sucesivamente cayeron Universitario, Sport Progreso y Ciclista. Se levantó entonces el clamor unánime de la prensa y la afición locales pidiendo a las autoridades del fútbol levantar el castigo de inhabilitación a perpetuidad impuesto a los morenos victorinos en 1929.

La Liga no pudo resistir la presión del periodismo y concedió la rehabilitación de los aliancistas. Ellos, los hermanos García, Montellanos, Villanueva, Sarmiento, Morales, Neyra y Quintana habían conservado la forma física jugando partidos amistosos en El Potao, en la cancha de la Mar Brava y en Limoncillo.

El encuentro Alianza Lima vs. Tucumán provocó el gran alboroto de la afición deportiva local. Las graderías de madera del Nacional recibieron muchos más espectadores de los 25 mil indicados como tope. La pista de atletismo fue ocupada por los excedentes. Aquello presagiaba una tarde excepcional para el fútbol peruano.

Al cabo de 90 minutos intensamente disputados por ambos bandos, pimentados con esa gracia natural y cimbreante de los morenos, frente a la técnica de la escuela platense, Alianza Lima reivindicó al fútbol de estas costas con un triunfo inobjetable por 3 goles a 0. Montellanos, Neyra y Villanueva rubricaron en las redes argentinas jugadas originales, improntus geniales de "estos negros que se encienden como chispas", expresión del "cachorro" Manuel Seoane.

La victoria devolvió la legalidad a los jugadores aliancistas. Retornaron al fútbol oficial y con ellos las masas populares que a través del tiempo le han dado consistencia espiritual y respaldo institucional.

El año 1935 realizó Alianza Lima su primera gira por campos de Chile. Disputó siete partidos y retornó a Lima en calidad de invicto. El arquero Juan Valdivieso fue calificado por la prensa mapochina con el título de "El Mago" después de atajar tres penales durante el partido con Colo Colo.

Pero también, el equipo ganó un calificativo que aún mantiene vigente: "Rodillo Negro". Diversos comentaristas adjudican el nombre solamente a la delantera integrada por José María Lavalle, Alejandro Villanueva, Lolo Fernández (refuerzo de Universitario), Neyra y Morales.

En verdad, el calificativo fue para todo el equipo, para sus elásticos morenos cuyos desplazamientos en la cancha dejaban la sensación, en efecto, de un rodillo compacto aplastando a cuanto rival se le cuadraba por delante.

*Revista Oiga, Lima, No. 165, 5 de marzo de 1984, pp. 68-70.

Comentarios

  1. Interesante de que manera resumida y con sentimiento, Manuel Feijóo nos resume la historia de Alianza Lima

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