Alfonso Rospigliosi: "Carlos Gómez Sánchez en el recuerdo"
"Esa foto que publicaron Uds, en la Revista OVACION nos contaba "Tito" Drago en su casa de Deportes y donde está Lolo, Gómez Sánchez y yo, es con motivo de un partido "U" Sao Paulo. Cuando vino Leonidas. Ese encuentro no terminó, hubo invasión de público a la cancha. La "U" salió con sus chompas y como se parecían a las de Sao Paulo, debajo teníamos unas verdes. También Grimaldo Gonzales y Fernando Casas del Centro Iqueño reformaron a la "U". Jugó muy bien Gómez Sánchez, los brasileños se quedaron encantados con su fútbol, pero ganó Sao Paulo gracias a la gestión de Leonidas que era un fenómeno y sorprendió a todos con su desmarque".
Una tarde, Carlos Gómez Sánchez fue llamado a formar una selección de Lima. Casaquilla blanca con franjas rojas gruesas. Se formó un gran trío central. Tito Drago a la derecha, Carlos Gómez Sánchez al centro y Carichio Guzmán a la izquierda. En el velorio de Carlos en su casa de Chorrillos, Carichio contaba que pocas veces alcanzó mejor entendimiento con un jugador en su carrera que con Gómez Sánchez, aquella tarde pese a las pocas veces que habían jugado.
Carlos Gómez Sánchez fue un jugador que se adelantó a la época. Los entrenadores siempre pretenden jugadores con esas características. Que jueguen en toda la cancha. Arriba, en medio, que bajen para que arranquen con pelota dominada. Gómez Sánchez fue completo en ese sentido, pero tenía un agregado. Que en el área rival, en el momento de las definiciones, imponía su dominio de pelota, su sutileza, su trato al esférico. Esto le dio suuchas satisfacciones como que en una ocasión frente a la "U", atajando Mario Sacco por este equipo, Gómez Sánchez vio una pelota que venía de la derecha y cuando salía el arquero, Carlos no se sabe cómo, se le anticipó, alargó el pie y la tocó en tal forma que dejó a Sacco —que usaba gorra blanca— con los brazos en alto sin atinar a nada. Fue un golazo del Alianza.
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Carlos Gómez Sánchez. |
Una vez jugaban Alianza Lima y Deportivo Municipal. Era en el Estadio viejo. Por Municipal en la zaga estaba Agapito Perales, la recordada "Fiera". Agapito le fue dando todo el partido a Gómez Sánchez. Lo tenía loco con los foulds. Y en una de esas, entró Carlos con un poco de mala fe, rechazó Agapito y se encontró con una pierna levantada, tuvo que retirar la suya porque casi se lesiona de consideración. ¿Qué hizo "La Fiera"? Se fue contra Gómez Sánchez. Este corrió. Agapito lo siguió. Nunca en el fútbol hubo una persecución igual. Gómez Sánchez tuvo que cruzar la cancha, la pista atlética y en el antiguo Estadio se había malla de alambre que separaran la tribuna. Se metió Gómez Sánchez a la llamada Tribuna de Preferencia y subió las gradas. Agapito le persiguió hasta dentro del propio público. Cuando ambos recordaban hace poco el hecho, sólo sonreían, pero lo de aquella persecución, fue sensacional.
Hace dos años aproximadamente fui- mos a visitar a Carlos Gómez Sánchez a su grifo de Chorrillos. Lo tenía a medias con su hermano Huaki, otro fenómeno del fútbol. Les fue mal. Y en la puerta del Grifo, Carlos entró a hablar de fútbol con nosotros. A recordar partidos, goles, jugadores. De pronto le tocamos el caso de su lesión en la cancha de los muertos, de su operación en el Hospital 2 de Mayo. Frunció la nariz, arrugó la cara, hizo un gesto de tremenda contrariedad. No le gustaba en absoluto que le recordaran ello.
En el América de Cali, Colombia, Carlos Gómez Sánchez alcanzó un rendimiento excepcional. Se alcanzó a formar una delantera muy buena. Leonidas Mendoza por la derecha, aquél moreno del Tabaco a quien le decían "Tundete"; Carlos Gómez Sánchez de entreala, Alejandro Murr el argentino al centro, Félix Castillo de interior izquierdo y Gilberto Torres de wing del mismo lado. La sorpresa cuando hablábamos con Carlos era que para él, Leonidas Mendoza era el que mejor anda- ba en esa línea y decía que pocos aleros como "Tundete" en Colombia. Cuando llegaron a Lima, Gómez Sánchez siempre se le quiso llevar a Mendoza al Alianza, sin conseguirlo.
Esto nos hace recordar a que cuando renovaba contrato, era difícil. Así nomás no se ponía de acuerdo con la gente de Alianza. Pero Carlos estaba enamorado y Alianza contrató a un half volante que jugaba en Ciclista Lima. Juan Anglas.
Chorrillano como Carlos, vino a ser cuña- do de él, es decir, hermano de la esposa de Carlos. Cuando un día fue a las oficinas de don Alfonso Souza Ferreyra y se encontró con que estaba su cuñado Anglas en Alianza, aceptó las condiciones de este club y renovó contrato.
Las performances de Carlos Gómez Sánchez luciendo la divisa de Boca Juniors de Buenos Aires fueron muy buenas. Cuando uno va a la metrópoli argentina y habla de fútbol refiriéndose a los peruanos, llegan los recuerdos de la gorra que se quitaba José Soriano al hablar con los réferis como capitán de River Plate, de la serenidad de Julio Meléndez, de'la habilidad de Miguelito Loayza, pero siempre queda en la conversación las excepcionales actuaciones de Carlos Gómez Sánchez al lado del brasileño Heleno. Una tarde, Carlos tuvo que terminar jugando de volante y desde esa posición dio una lección de fútbol, como la del Pepe Schiaffino en el Mundial de Suiza frente a Inglaterra. Se necesita ser jugador completo para ir de pronto a la media y dirigir la batuta desde esa posición.
San Marcos durante el último año de su actuación deportiva, Carlos Gómez Sánchez alcanzó a jugar partidos muy buenos. Despertaron la atención general. Llegado de Colombia, era el crack que volvía al Alianza de sus amores. Cerrado el Estadio Nacional, en ese Alianza de Legario, Allen, Chupón, Félix y el Cholo Arce fuera de Heredia, Gómez Sánchez dio grandes partidos. Recordamos que una vez, antes del match contra Banfield, contaba que nunca un equipo había salido al exterior con tantos entrealas como la "U" una vez a Chile en el cuarentitan- tos. Con Lolo al centro, Villalba y Lolin en los extremos ¿Saben cuáles eran los entrealas? Tito Drago, Vides Mosquera, Carlos Gómez Sánchez y Adelfo Maga llanes. Dos de Municipal y dos de Alianza. Adivine Ud. cuáles eran titulares y cuáles suplentes.
*OVACION, Año VIII, No. 181, Lima, Martes 9 de octubre de 1979, pp. 40-42.
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