Manuel Carvallo: "Los inicios de Alianza Lima"

Cuando uno habla con Manuel Carvallo, uno de los fundadores de Alianza Lima, parecería estar dialogando con la misma historia viviente del Club.

Carvallo, ahora a los 89 años de edad, es el eslabón que une a la Alianza de 1901 con todas sus épocas, hasta el momento.

Su testimonio no ha sido ajado por el tiempo. Pese a su venerable edad, aún tiene en el mejor lugar del cofre sus recuerdos, al histórico momento en que decidió dar vida a la institución más popular del país.

Pese a todo, contra todo, “Don Manuelito” tiene una extraordinaria lucidez, con la cual se ayuda para trazar una semblanza de aquellos momentos en que, en una esquina de barrio, un grupo de muchachos dio a luz al Alianza.

Recientemente, se puso duda acerca de si la fecha de fundación de Alianza fue el 2 de febrero o el 15 de ese mes. 

Todo parece indicar que este error fue producto de mala interpretación de los recuerdos hechos por Don Manuelito. 

En realidad, todo empezó el 2 de febrero de 1901 cuando en una reunión a vida en la calle Juan Castilla, un grupo de muchachos asistía a una fiesta. Don Manuel asegura que él dio la idea de formar una agrupación deportiva. 


De modo que la idea pronto prendió en el ambiente y decidieron llevarla a cabo el día 15 de febrero de 1901, en la reunión que iban a efectuar en la esquina de Cotabambas y Alameda Grau.

“Era la única gran avenida que existía en ese momento en Lima. Era una bella avenida”, recuerda Carvallo al referirse a la famosa arteria cuya belleza ha sido vencida por el modernismo de la ciudad.

“Yo vivía en la esquina de Mapiri y Sandía. Hacía 6 años que había llegado con mi familia a Lima, pues todos éramos barranquinos. Nos trasladamos porque nuestra casa quedó destruida al paso de don Nicolás de Piérola por ese lugar”.

—¿ Es cierto que era muy difícil conseguir uniformes deportivos en ese tiempo, don Manuel?

“Yo no diría que era difícil para mí. Mi padre tenía una panadería en la avenida Luna Pizarro. Una camiseta costaba 10 centavos”.

Todos sonríen mientras escuchan a don Manuel. ¡10 centavos una camiseta… la locura!

¿Y la pelota de fútbol? Don Manuel cuenta que en ese tiempo no habían balones como los que hoy son conocidos. El forro era de cuero, guardando así a una vejiga de toro inflada.

Nuestra ansiedad por extraer de la boca de Don Manuel toda una serie de datos históricos sobre Alianza Lima, nos hace asediarlo, repreguntarle.

—¿Se recuerda Ud. quiénes fueron los primeros grandes jugadores en Alianza?

“¡Cómo no!... Kochoy Sarmiento, Zavala, Guillermo Rivero en la delantera… Nué, mi compadre Jaime, Bello, Arteaga, que era suplente de equipo pues el titular era Eleodoro Cucalón, su hermano era gran half”.

Volvemos marcha atrás nuestro pensamiento. vemos la Lima de entonces, pequeña y revoltosa. Tranvías halados por caballos, berlinas elegantes, damas de largos trajes y sombreros pomposos, caballeros de levita, sarita y bastón…

—¿Y quién fue el primer capitán del cuadro don Manuel, quién fue? —le preguntamos casi con urgencia.

“Yo fuí. También era entrenador. Les enseñé a jugar a muchos de los socios porque yo tenía conocimiento del juego ya que en Barranco mi profesor era el señor Basurco, muy enterado en gimnasia y deportes. Bueno por aquel entonces el entrenamiento consistía en saltar y correr tres o cuatro vueltas alrededor del estadio de Santa Beatriz. Esto lo hacíamos a las cinco de la mañana pues luego nos íbamos todos a trabajar”.

—Hummm… todos eran trabajadores, don Manuel…

“Sí. Entre nosotros abundaban los albañiles. Bueno, la mayoría éramos jóvenes que trabajamos para ayudar a nuestros padres”.

En ese tiempo el fútbol solo lo practicaban los gringos, ¿no Don Manuel?

“Bueno, no sólo los gringos. Había muchos jovencitos que aquí lo practicaban. Eran los que habían estudiado en Europa y aquellos jóvenes ricos. En La Victoria lo jugaba muy bien los muchachos del José Gálvez”.

Aquella revelación nos hace que de inmediato le preguntemos si los primeros clásicos del fútbol peruano, se jugaron entre victorianos los de Alianza y los del José Gálvez.

Don Manuel sostiene que no tenían tanta importancia como aquellos en que Sport Alianza —así se llamaba el club en su fundación— librara contra “los blancos ricos” de la Unión Cricket.

Precisamente, esa rivalidad motivó allá por 1908, según “El Abuelito” Carvallo, qué Unión Cricket “lo contratase” para reforzar al equipo que fue a jugar a Cerro de Pasco.

Dice que don Guillermo Cillóniz, dirigente del Cricket, fue a buscarlo al barrio. Le pasaron la voz: “Pate’chancho… pate'chamcho… te busca un gringo”.


Cillóniz le hizo la oferta que el principio se negó a aceptar don Manuel. No era de su agrado jugar con “los gringos grandazos esos”. Pero después aceptó y viajó con ellos.

¡Había empezado así la historia de las transferencias, la historia de los refuerzos! Don Manuel cobró cinco soles por toda la gira. Desde entonces, Alianza pasó a ser un rico filón que alimentaba el poderío de otros cuadros.

Siendo Alianza un equipo popularísimo por excelencia, de inmediato preguntamos a don Manuel si esa tónica siempre distinguió el club:

“Sí. Nos hicimos muy populares desde el primer momento. Puedo decir con toda seguridad que en Alianza Lima nació la “U”...”

—¿Qué cosa don Manuel?... ¿que está diciendo Ud.?

“Sí, aunque parezca mentira. En el equipo teníamos a Plácido Galindo, cuyo padre nos prestó una vez su casa para sesionar allí. Estaba también Denegri muchos otros que después cuando ingresaron a la Universidad, formaron su cuadro y se desligaron de Alianza. Precisamente para reforzar el equipo, allá por 1908, traje a varios jugadores de otros barrios. Tal el caso de Ruestas, venido del Chirimoyo”.

Sus revelaciones nos dejan pasmados. La conversación toma caracteres increíbles. “Siga don Manuel por favor, siga. Díganos, ¿surgieron también futbolistas en Alianza?

“Claro. Fueron los primeros valores que tuvo el fútbol verdaderamente peruano. Eran del Sport Alianza que cambió su denominación en 1923 para ser Alianza Lima. Era la época en que nosotros los viejos nos retiramos…”

—¿Se retiró Ud.? —nos sorprende su afirmación.

“Sí, nos retiramos como jugadores. Ya no estamos para eso. Pero no me separé de Alianza. Jamás lo he hecho. Lo único nomás que al tener más familia en casa, recorte un poco mi concurrencia al club. Los muchachos de alianza de todas las épocas son como mis hijos, mis nietos”.

—Sí abuelito. Para Ud., ¿cuál ha sido el mejor jugador de Alianza Lima de sus comienzos?

“Alberto ‘Culebra’ montellanos”

—Pero don Manuel, ¿Montellanos fue fundador de Alianza?

“No, no lo fue. Él era de la segunda en José Gálvez; pero era muy amigo de nuestro jugador, el íntimo Guillermo Rivero. Por eso es que llegó a la Alianza, todavía muy muchacho”.

—Ahora bien, ¿quién ha sido a su juicio el mejor aliancista de todos los tiempos, de sus 75 años de vida?

“¡Para mí nadie como Alberto Montellanos!”

—¿Ha visto jugar a Alianza últimamente?

“Sí, el domingo pasado. Estuvo un poco mal el equipo. Pero se nota que es un equipo de categoría y seguro en la copa hará un gran papel”.

Lo que demuestra que no solo es fundador sino seguidor del equipo más popular del país.

*El íntimo, año I, N° 1, pp. 4-5. Entrevista realizada por Alfonso Paredes H.

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