Juan Valdivieso. El arquero de las manos santas.
En Chile le pusieron "El Mago", porque atajó cuatro penales, es uno de los grandes representantes de la Época de Oro de Alianza Lima y está considerado como el mejor arquero peruano de todos los tiempos.
Va a cumplir 59 años (nació un 6 de mayo de 1910), sin embargo su espíritu es el de un joven de 20. Y es que Juan Valdivieso Padilla, el ex-arquero del cuadro grone y las selecciones nacionales vive el fútbol como cuando defendía el arco aliancista.
Hincha del once victoriano nunca falta al estadio cuando juega y está con el equipo en las buenas y en las malas, porque como él mismo asegura es "íntimo" de corazón.
Sonriente, desbordando simpatía y sencillez, Valdivieso nos contó su paso por las canchas de fútbol en las que aún su huella perdura, porque su nombre seguirá siendo leyenda y tradición para aquellos que no lo vieron jugar pero han escuchado hablar de él.
Su pasta de crack ya se notaba cuando defendía la valla del Club "Teniente Velazco" de Lince, su primer cuadro. De aquí pasó al infantil de Alianza, tenía entonces 15 años. En 1928, cuando había cumplido 18, hacía su debut en el primer equipo.
Alianza se enfrentaba al Atlético Chalaco. En los tres palos había una nueva figura que después daría que hablar por sus magníficas performances: Juan Valdivieso, que remplazaba a Eugenio Segalá.
Los íntimos alinearon con Juan Rostaing y Alberto Soria en la defensa. Domingo, Filomeno y Julio García en el medio campo y José María Lavalle, Montellanos, Guillermo Rivera, Miguel Rostaing y Cochoy Sarmiento en la delantera.
—"¿Mis mejores partidos?... Los jugué en Chile, en una gira que realizamos en 1935, jugamos siete partidos, en cinco de ellos cobraron penales. Solo entró uno de ellos. Cuatro, los tapé. Los periodistas chilenos me pusieron el mote de "El Mago".
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Juan Valdivieso. |
"El muchacho Zegarra del Centro Iqueño tiene condiciones: una gran seguridad de manos, mucha vista, domina muy bien la pelota, arriba o abajo. Ojalá siga igual, lo mismo que Correa de la "U".
Pero insiste en que los guardametas de esta época no son muy buenos, que aún les falta.
"Esa atajada —dice mientras muestra una foto en la que está arrebatando de los pies de Lolo Fernández la pelota—, no se ve a menudo en estos arqueros, parece que tuvieran miedo".
—¿Qué opina del actual equipo de Alianza?
"Los jugadores nacionales, más los de la raza morena, son hombres que nacen con el don de jugar fútbol. A mi modo de ver, debería dejárseles con su inspiración, su juego nato, su picardía dentro del campo”.
“En Alianza Lima se lleva un sistema rígido de juego y yo creo que están cometiendo un error. A mí me gusta el fútbol suelto, sin rigidez”.
“Ahora bien, si se ha adoptado la Escuela Brasileña, deberían hacer escuela y sacar sus propios jugadores. En 1968 Alianza debió ganar el Campeonato, debió terminar con cuatro o seis puntos de ventaja. Hubo un gran descuido: No preparar suplentes de la calidad de los titulares".
—Su opinión de los arqueros aliancistas...
"Román Villanueva es un jugador ágil, pero no es parejo, tiene buenos partidos y también muy malos. Le encuentro algunos defectos que puede corregirlos: No sabe salir, ni mandar a su defensa. No tiene reflejos".
"Bazán es muy bueno, quizá uno de los mejores que ha tenido Alianza en estos últimos tiempos. Una lástima que se lesionara y perdiera el titularato. Creo que para recuperar su standar de juego y confianza en si mismo, debería salir a otro equipo".
—“¿La actuación del equipo?... La defensa jugó muy mal, mientras no se lesionó Guzmán, fue el hombre que mejor guapeó, pero no tuvo colaboradores. La defensa está muy floja. La delantera es muy buena, pero no tiene apoyo".
—“¿Los delanteros más peligrosos?... Lolo Fernández de Universitario, Manolo Puente del Atlético Chalaco y Jorge Alcalde del Sport Boys. Bueno, sus equipos también fueron los más duros rivales de Alianza".
—¿En cuantas oportunidades integró la selección nacional?
"En 1929 fuimos llamados varios jugadores de Alianza para integrar el equipo peruano que participaría en el Sudamericano de Buenos Aires, pero por una mala interpretación de la Federación, los jugadores aliancistas fuimos castigados y no pudimos jugar".
"Al año siguiente, 1930, formé parte del equipo que participó en el Campeonato Mundial de Montevideo. En 1935, estuve en el Sudamericano de Lima, el 36 en las Olimpiadas de Berlín, el 37 en el Sudamericano de Buenos Aires, el 38 en los Bolivarianos de Bogotá, el 39 en el Sudamericano de Lima y el 1941 en el Sudamericano de Chile".
"Tuve la desgracia de bajar con Alianza a segunda división en 1939 y la suerte de subir al año siguiente".
"Mi último partido lo jugué contra el Boys en 1942. Me vi mal, no me encontraba en buenas condiciones y preferí una salida honrosa, para evitar las críticas de malas actuaciones".
—¿Siguió como entrenador?
"Así es. Me retiré del fútbol solo como jugador, pero me dediqué a entrenar. Dirigí al Deportivo Municipal, Carlos Concha, Mariscal Sucre, Unidad Vecinal y entrené a la selección nacional para los Bolivarianos de Lima".
"Tiempo después, en 1953, volví con el equipo peruano que participaba en la Copa del Pacífico. También fui entrenador del seleccionado que disputó el Sudameri- cano de Chile en 1954 y el Sudamericano de Bolivia en Marzo de 1963".
"Realicé giras con Municipal en el tiempo que oficié de entrenador. Aún sigo siendo entrenador, aunque por ahora no tengo un equipo a mi cargo".
—¿Qué recuerdos guarda de su trayectoria futbolística?
"Mi actuación en Chile, el haber defendido mi patria y el haber conocido países de Sudamérica y Europa. Eso es lo que queda del fútbol. La satisfacción de tener bastantes amigos en el país y en el extranjero... El hecho de ser admirado como ídolo".
—Anécdotas que nos pueda contar…
"A un año de mi debut en Alianza, en 1929, ingresé al campo, no como arquero, sino como forward. Le hice 7 goles al Deportivo Unión. Cuando era guardavalla los evitaba y cuando era delantero los hacía con más ganas".
"No todo es tristeza cuando la valla que uno defiende es batida. Recuerdo que Lolo Fernández me metió un gol de su clase, con el que nos ganaron un clásico por 2-1. Yo en lugar de lamentarme y poner cara de desgracia, me reí y a los cremas no les hizo gracia... ¡Qué querían que hiciera!... No iba a llorar".
Juan Valdivieso trabaja desde hace 32 años en la Municipalidad de Lima, ha pasado por diversas dependencias y desde hace tres años es Jefe de la División de Deportes.
Se dedica a fomentar el deporte mediante la organización de campeonatos juveniles e infantiles de fútbol, y competencias de natación en el verano.
Está casado y tiene cuatro hijos; Juan (28), Rosa, María Teresa y Luis Miguel (18), a ninguno de ellos les gusta el fútbol, aunque conservan un buen álbum de recortes de la trayectoria de su padre.
Don Juan también posee una gran cantidad de fotografías de sus actuaciones como arquero de Alianza y las selecciones nacionales.
Muy orgulloso, viendo sus fotos comenta: "Los arqueros de hoy se han olvidado de salir a cortar pelota, el que aprendió algo de esto fue Rubiños, pero últimamente no lo veo hacer. Otro muchacho que promete es Robles del Defensor Lima, creo que con una buena preparación puede llegar a ser un buen arquero".
"Como entrenador que he sido me parece que no solo deben jugar tres hombres adelante, sino seís para que avancen todo el tiempo. El chico Martínez le da una gran peligrosidad a la línea ofensiva".
Y cuando Valdivieso habla de fútbol, los minutos no cuentan, porque esa es su gran afición. Si se trata de Alianza Lima, mejor aún. Claro. Después de haber defendido por tantos años la portería de los grones.
Su figura, recia, maciza, con su clásica gorrita no será olvidada por la hinchada. Difícilmente se olvida a un ídolo. Más si éste siendo arquero, el puesto más difícil en el fútbol, se da el lujo; realiza la hazaña, de tapar penales…
*¡Arriba! Alianza, No. 11, Lima, 6 de mayo de 1969, pp. 15-17.
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