José María Lavalle: ¡Si Señor! Yo bailé a Gestido
Enrevista de José Vasquez a José María Lavalle*
Buenos días... don José María... ¿cómo está?
—Bien muchacho... ya me ves... muchas gracias.
Lo hallamos rodeado del respeto y el cariño de toda la gente de su barrio.
Su aspecto es de salud, a pesar de que una renguera de su pierna derecha, expresa una dolencia rebelde por ducto de sus muchos años en los campos de juego.. Algo retraído en los primeros instantes... se vuelca más tarde con toda amplitud. Aparece en su rostro entonces una sonrisa amable... y deja abierto el portal de toda su simpatía.
En oportunidades es difícil poner a la "gente mayor" en trance de contar sus recuerdos... Muchos veteranos" atesoran el pasado como si quisieran que nadie penetrara tan a lo hondo en su intimidad…
Pero nuestro entrevistado DON JOSE MARIA LAVALLE una verdadera gloria del deporte peruano... pasado ese primer "exámen" que nos hizo... nos abrió el camino...
—Buenos ustedes dirán... que quieren saber de mí?
—Don José María... queremos meternos en su vida... que nos permita recorrer junto a usted... los senderos de sus recuerdos.
—Mire muchacho... aquellos eran otros tiempos... la vida era muy dura... había que querer mucho a la pelota... para jugar al fútbol después de hacer mil adobes por día para ganarme el pan.. para ganar 18 soles en cada jornada...
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José María Lavalle "Sombra" de Gestido y el "Divino" Zamora. |
—Como era eso don José María...entre cuánta gente hacían 1 a mil adobes por día?
—YO SOLO MOZO!!! y era un día sí... y otro también!!! usted no se olvide que entonces no se pagaba para jugar.
—Y con un trabajo tan duro...como era posible mantener aquella velocidad fantástica que usted poseía...?
—Obra de la naturaleza... muchacho... nos responde con un dejo de nostalgia... En realidad a veces pienso... como pude durar tanto...
Nos quedamos un instante en silencio porque también nosotros buscamos una explicación que justifique como pudo ser tan extensa su carrera... siendo tan duro su trabajo diario... Tal vez por aquello de que el hombre rara vez se consume por el trabajo y la acción...
La pausa nos sacó un tanto del clima de la nota... pero la traemos otra vez al tema...
—Don José María... usted siempre jugó de puntero derecho...?
—Siempre mi amigo... desde que yo mismo hacía la pelota de trapo para jugar con los amigos... siempre fui puntero... Recuerdo mis primeros tiempos en el Sport Alianza… porque antes se llamaba así... usted lo sabía?
Eludimos la respuesta. para no tener que reconocer nuestra ignorancia al respecto.
—Y siempre siguió en el trabajo de los 1,000 adobes...?
—No... después entré en la Municipalidad... y allí estuve en los carros hasta que me jubilé... Por acá mismo.. por estos barrios a los que quiero tanto... Estos saludos... este cariño que recibo a cada paso y que usted pudo apreciar... es el mismo que recibía desde el comando de los carros municipales... saludando constantemente a toda esta linda gente.
Plata no habré ganado jugando al fútbol... pero cariño... afecto... amistad… eso también vale en la vida… y cuanto!!!!
—¿Cuál fue el mejor partido de su vida...?
—Aquel frente a los uruguayos en estadio Centenario en el Campeonato Mundial de 1930…
La contestación fue como un latigazo... firme... rápida... segura como si no existiera la mínima posibilidad de que su recuerdo mayor pudiera ser otro... Y continúa...
—... los celestes estaban mucho mejor que nosotros... ellos habían estado en las olimpiadas de 1924 y 1928 y las habían ganado... el equipo peruano se preparó un poco.. y allá fuimos... preocupados por aquellos nombres tan famosos.. Mazasi... Andrade... Scarone... que se yo!!! Pero fuimos dispuestos a no dejarnos llevar por delante...
En silencio lo dejamos continuar para no quebrar el hilo de recuerdos que se encadenaban como nosotros aspirabamos.
… era impresionante la cantidad de gente en el Centenario… yo tenía que enfrentar a Gestido... era famoso… gran jugador... eso sí... muy caballero... creo que seguía la carrera militar... cuando empezó el partido... el público, más que gritar... rugía... en los primeros momentos se fueron los celestes arriba de nuestra meta... pero después la empezamos a agarrar nosotros… cuando vino la pelota hacia mí... la paré... Gestido se me vino... la tiré hacia adelante y disparé... se quedó parado como una estaca... Después todo se nos hizo más fácil...
Callados... no deseando interrumpir el relato... observamos la cara, los ojos de don José María Lavalle... por instantes parecía vivir nuevamente aquellas emociones.
Los uruguayos estaban nerviosos... era el primer partido delante de su público… nosotros nos aprovechamos de eso... ya mi me salían todas... frenaba... arrancaba... le movía la cintura de Gestido y siempre me la llevaba... lamentablemente.... éramos dos a tres oportunidades...
Aquí lo detuvimos... porque queríamos saber que era aquello de que jugaba al ritmo de la Marinera... y nos explica...
En aquellos tiempos era frecuente ver que las bandas de música actuaran en las canchas del Perú ejecutando música nuestra... yo miraba a los músicos atraído por el ritmo… por la música.... no le sacaba los ojos de encima al del bombo. Pienso que si alguna vez hubiera estado en una banda de aquellas... sería dando y dándole al bombo. Y las Marineras tenían una especial atracción... y en algunos partidos fáciles... yo hacía algún movimiento remedando los movimientos de la Marinera.
Nos ponemos a imaginar lo que sería Lavalle con aquella figura morena de ébano… aquel físico atlético con su velocidad extraña para esas épocas... siguiendo la cadencia rítmica de las marineras... —Oiga… (le devolvemos la atención... que la evocación nuestra le retaceaca)... mire que aquel partido del 30 en el Centenario contra los uruguayos... no estaba para bailar marineras si algún movimiento mío le pareció... puede ser… pero le aseguro que la cosa no estaba para firuletes…
… Después... sobre el final… el Manco Castro... hizo el gol con que nos ganaron... pero tuvimos casi todo el partido... al Estadio Centenario en silencio... La prensa habló mucho del equipo peruano... A mi me dedicaron muchas fotos y crónicas... y a tanto tiempo de distancia... todavía de vez en cuando me entero que la prensa uruguaya evoca aquel primer partido contra nosotros.... y publica fotos y notas del cuadro peruano y de mi en particular. Todavía me emociona recordar el recibimiento que nos hicieron en Lima al regreso...
Pedimos un refresco... Cambiamos un momento el tema... queremos aliviar la tensión de las evocaciones porque pretendemos traer hacia el presente.
—Señor Lavalle… actualmente concurre al fútbol...?
—No voy porque me han negado la entrada?
Nos sorprende la afirmación… como es posible que a una gloria que reverencian con el recuerdo en el exterior, se le niegue una entrada para estar presente en los acontecimientos deportivos actuales.
—Mire... nos explica... antes nos daban dos entradas. Una para sábado y otra para el domingo.. Pero después nos las negaron... Yo fui al Estadio una vez... y ME NEGARON LA ENTRADA... y usted comprenderá que no estoy dispuesto a quedarme en las puertas esperando que llegue alguien comprensivo y me haga entrar. Prefiero no ir más...
—Quiere decir que no estuvo presente en estos acontecimientos... donde "EI Verdugo" Cachito Ramírez llenó de alegría a todo Perú...?
—Ya le dije porque no voy...
—Don José María le pedimos que acepte ser invitado especial de OVACION para el partido de la "U" con Peñarol.. Lo venimos a buscar antes y lo traemos luego del encuentro.
—Será un placer con mucho gusto los acompañaré…
En muchos lados pasan cosas como estas... quienes hicieron la historia dentro de las canchas… los que pasearon el nombre de un país haciéndolo conocer y respetar... viven muchas veces situaciones similares… que estamos seguros pueden repararse... y que en el caso será en breve resuelta por las autoridades.
—Y de su Alianza... Don José María que nos dice...
—Yo estoy contrariado con la gente de Alianza... para siempre llevo en mi seno sus colores y su nombre…
Y luego... la conversación se va alejando de los temas que nos llevaron a la entrevista. Nos lleva a su casa… allí conocimos a su familia... supimos que tiene 4 hijos (3 mujeres y 1 varón) 11 nietos y una bisnieta... vive en una casita modesta pero muy pulcra donde se ve la mano de la mujer hacendosa. Desde hace 33 años reside en ese lugar y actualmente espera que se concrete una esperanza que acaricia con su familia desde hace unos meses.
Por gestión de Monseñor Bambarėn y de Jose (Pepe) Soriano le prometieron una vivienda que ya fue a visitar tres veces. Todos en su casa sueñan con el futuro en la nueva casa. El Señor Ministro de Vivienda y el Excmo. Presidente de la República están interesados en concretar la promesa. Mientras tanto… allá en la finca de prolongación Iquitos 1708, toda la familia sueña... y desde las paredes de esa vieja casona... los pergaminos de homenaje a la "vieja gloria" expresan hechos de que todos debemos reverenciar.
*OVACION, Año II, No. 63, 8 de abril de 1975.
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